“O trasmundo de Antioquia”-Rafael Laso
Caminando “O trasmundo de Antioquia”
(…)Hay moitos xeitos de vida no trasmundo que vostede no acadaría a entender. Son os Cabaleiros
da espera (…)
Como
todos los viernes, el grupo del taller de Lectura y escritura, “A letra Fala”
se reunió en el Espacio cultural de, “Agora-Sonia Trigo”, ubicado en la calle
Madrid de Xinzo de Limia. Los primeros en llegar salieron a las seis menos diez
hacia la iglesia Vella. La lluvia comenzaba de nuevo con sus mensajes de otros
tiempos, y el atardecer se volvió gris y frio. Algunos negocios preparaban sus
magostos y limpiaban las aceras. La cita en esta ocasión era con, “O trasmundo
de Antioquia” ,una novela del limiano Rafael Laso Lorenzo, quien unos momentos antes
nos enviaba un mensaje diciendo que estaba en la estación de gasolina del
Mercadona con su mujer y su hijo; llegaban desde Vigo. Rápidamente se hizo de noche, hacía frio, y
las hojas se volvían resbaladizas; las tumbas de la entrada de la iglesia se
veían como asientos de piedra, y las
cancelas de hierro estaban abiertas, a la espera del público. A la entrada, dos
párrocos aguardaban para dar comienzo al primer roteiro literario de este
taller, que probablemente, ofrecerá con este libro nuevos caminos enlazados a
la ciudad de “Antioquia”, a sus fundadores y a su pasado grabado como un libro
antiguo a sus piedras, caminos, arboles y juncos que aún crecen en lo que queda
de aquella hermosa Laguna de Antela. En los espacios de la rectoral muy
bellamente restaurada esperaban Don Jaime y Don Tomas, los párrocos de este
lugar. Lo primero que hicimos fue entrar a la iglesia Vella que esa noche
mostro nuevos significados. A la llegada de Rafael, nos adentramos en ese
recinto que es uno de los personajes más importantes de esta novela, según nos
comunica su autor.
De forma
apasionada y entusiasta Don Tomas que casualmente lleva el mismo nombre de uno
de los personajes de la novela, fue explicando referencias a la historia del
lugar, lo que fue averiguando, las
distintas restauraciones de la iglesia, nos hablò del ábside del siglo VIII que
fue encontrado, y como un tesoro fue vuelto a enterrar según nos dice, las
imágenes verdaderas, las réplicas. Fue llegando más gente y pudo reunirse un
grupo de unas veinticinco personas. En la escucha atenta reconocimos el vínculo de este lugar con la
infancia del autor y la elaboración de esta obra, desde la imagen de una carta del
abuelo del autor escrita en 1974, y algunas llamadas casualidades, como un mapa
del antiguo reino de Galicia encontrado en una pequeña taberna de Portugal, en
Ponte Lima, y luego reencontrado por otra aparente casualidad en su nuevo piso;
así Rafael Laso fue construyendo esta novela desde esas imágenes. Mientras nos
comunicaba su pasión por el mundo de los
camposantos y algunos retazos de la memoria de su infancia; pudimos entender que su pasión por la historia lo ha llevado a
indagar el origen de sus apellidos en
libros antiguos. Ha encontrado que su
segundo apellido es muy cercano a Portugal. Nos preguntamos si el encuentro con aquel mapa no fue un
secreto entregado por algún antepasado.
En una conversación muy amena, pudimos ver cómo se entreteje el tiempo histórico con la llamada ficción; y la realidad aparente se vuelve un circulo atemporal donde los personajes vivos se reencuentran con los muertos y hablan. “El trasmundo de Antioquia” vive en los personajes de los lugares de La Limia, en sus nombres, en las vivencias de Laso y de cada una de las personas que habitaron y habitan esta comarca. El rio Lethes, La Laguna de Antela, las cuatro torres mágicas, Sandias, Porqueira, Pena y Celme, aún dejando palpitar lo que queda de sus restos, los campos, son algunos de ellos; y entre carballos, silveiras, juncos, ranas, lobos, aguas pantanosas, nubes de mosquitos y guerreros romanos como Decimo Xunio Bruto aparecen de pronto caminando o montados en sus caballos. Podemos sentir el miedo ante los animales que se salen de las gárgolas algunos revelando los secretos del averno y otros sacudidos al abrir la caja de Pandora, o viajar en aquella barca cuando Lethes era navegable, como Gaspar Melchor o Don Sancho Diaz. Y como en el mito griego del lago estigia la vida es llevada hacia la muerte en una barca. Hay un entramado de tiempos que se comunican entre grutas misteriosas de elegidos, las ánimas nos hablan y uno tiene la certeza de que si se puede comunicar con los muertos. Al transitar por lo interno de estas paginas podemos atravesar grutas, cavernas, saber del encierro de algún amante al revelarse sus sentimientos como parte de los amores prohibidos.
Y Laso, indomable, imparable, recorre los escritos de su pequeña libreta, dejando entrever una hermosa y delineada letra que podría hacer suspirar de envidia al extravío de algunas letras perdidas y desdibujadas por la historia de algunos escritores. Contó sin reparo cómo surgieron los personajes y detalles desconocidos de una historia que seguramente fascinaría a la gente de Transilvania o del México profundo de Juan Rulfo con su libro fantástico de muertos vivos, Pedro Paramo. La Galicia profunda se muestra como uno de los espacios donde lo real y lo imaginario coexisten sin temor entre una vida y la otra, en medio de paisajes añorados, enfebrecidos y extrañados o esquecidos. Es ese el mundo o el trasmundo de Laso en este libro fantástico y fantasmagórico. Atrevámonos a recorrerlo y saltemos a la realidad que aún perdura en las memorias de sus gentes.
Tal vez, después de Leer sobre este Trasmundo empezaremos a pensar en ese mundo paralelo que yace bajo las aguas y en las tierras pantanosas de La laguna de Antioquia hoy Xinzo de Limia. Si se puede soñar en grupo con un mundo de esperanza e imaginar un letrero al lado del camino de Santiago que diga: “Caminante estas entrando en Antioquia la ciudad eterna”.
Todos aquellos que quieran venir al taller “A letra fala” conducidos por esta guiadora, pueden pasar los viernes a las seis de la tarde, por los espacios culturales de Agora-SoniaTrigo que apenas le están saliendo los primeros retoños y tienen como símbolo “A galiña azul”, de Carlos Casares
R.M.T.B.