Recuerdos pasados y futuros

Recuerdos pasados y futuros

Buenas limiaus!!! Como veis, la inocentada más grande que puede haber en esta página dendealimia.com es que un tío como yo tenga una columna de opinión. Porque escribir al lado de algunos de mis compañeros, amigos e incluso familiares, va a ser una tarea complicada, y no quiero que semejante orquesta quede desafinada por un instrumento disonante. Por eso, cuando me dijeron que tenía que escribir en dendealimia.com  le di muchas vueltas a la cabeza. Qué tendría yo que aportar, sobre que tendría que escribir o reflexionar, que visión daría yo de la Limia y si tendría la óptica correcta…y cómo el agobio era cada vez mayor, pensé que un pequeño relax sería lo conveniente. Y que mejor manera de no pensar que ir OS VIÑOS.

Como todos sabéis, os viños en Xinzo es un ritual sagrado. Y en estas fechas señaladas (era 24 de diciembre) es un pre –entroido en toda regla. Encuentras a toda la gente que vuelve a casa por navidad, o que está todo el año en el pueblo, pero que por diversas circunstancias no ves. Y entre cortos y vinos, besos y abrazos, palabras y cantos, las preguntas se agolpan bruscamente. ¿Qué es lo que nos atrae de Xinzo? ¿Qué nos obliga a volver al pueblo? ¿Qué o quiénes son los culpables de hacer que te sientas cómodo en un sitio al que no vas en meses, pero que cuando vuelves es como que no te has ido nunca? ¿Qué nos hace que cuándo nos preguntan de dónde somos, sea en la parte del mundo que sea, salga nuestra vena castrexa respondiendo DA LIMIA? Y rápidamente encontré la respuesta: los buenos recuerdos.

Y de repente lo tuve claro. Mi columna hablaría de eso, de los recuerdos. Esos buenos recuerdos que hacen que volvamos. Esas buenas experiencias que queremos que se vuelvan a repetir. Esas buenas evocaciones en donde pensamos que vivimos en el mejor pueblo, que somos un pueblo especial, que somos un pueblo único. Es por tanto  que mi espacio en la web se llamará: Recuerdos pasados y futuros. Quiero rememorar pensamientos que se agolpan en mi cabeza porque quiero que se repitan en un futuro. Quiero plasmar en un papel las vivencias que mucha gente tuvo, y no solo las buenas, porque las malas también se repiten y es lo que no debería volver a pasar. Y quiero que esos recuerdos perduren, que los leáis, que los recordéis, que me digáis también vuestros recuerdos y los compartamos, porque vivimos en la meseta del Lethes, y no siempre tenemos un Décimo Junius Brutus que se atreva a cruzar.

Y quiero que mi columna, como su título, sea una contradicción. Porque mi pueblo es en sí, una contradicción. Sólo hay que acercarse a la casa de la cultura para ver que el reloj más visitado nunca marcará el fin de año, porque nuestros años acaban con sardinas quemadas, con muchas plañideras y una larga charanga.

Y con esto, comienzo un camino que espero les guste.

 “Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza.”

Paul Géraldy (1885-1983) Poeta y dramaturgo francés.