A Escola Rural de Saúde da Limia, cumple 10 anos de historia e de traballo por e para o rural

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A Escola Rural de Saúde da Limia, cumple 10 anos de historia e de traballo por e para o rural

A celebración levarse a cabo mañá día 7

Para lograr algo hay que soñarlo

Dicen que para lograr algo primero hay que soñarlo, es el caso de la Asociación Escola Rural de Saúde da Limia, sus soñadoras lograron que se hiciera realidad después de visitar muchos pueblos y aldeas de la provincia de Orense.

Vamos a lavarnos las manos (sus inicios)

00044La mano suele ser tan simbólica como la boca o los pies, las manos son la forma de aprehender el mundo. El gesto de extender las manos y lavar los pies estuvo siempre ligado a un sentido de religiosidad. En ocasiones, la mano extendida significa pedir algo que necesito y en otras dar la mano, es extender el cuerpo para la ayuda. Lavarse las manos es la necesidad de limpiarse y liberarse de los peligros que implican las enfermedades que traen los organismos muy pequeños, a simple vista parecen estar limpias, pero ellos se esconden, viven en nuestro cuerpo y pueden trasmitir enfermedades que pueden ser mortales. Esa enseñanza de lavarse las manos fue lo que permitió a Lola Rico y Elisa Cadaya salir a recorrer pueblos y aldeas hace diez años. Ese recorrido fue una visión de cerca con la Galicia rural de Orense, la Galicia profunda, la de nuestros abuelos, agricultores y toda su gente, “a terriña da migración”. Reconocer las dificultades y problemas de salud, la soledad creciente de los hogares que iban quedando con casas vacías y pocos vecinos y vecinas, el dolor de mujeres maltratadas que guardaron silencio sobre la violencia sexual y doméstica, la fuerza y la persistencia de las mujeres en los cuidados, el amor puesto en cuidar a los que vienen detrás y en ocasiones a aquellos mayores que ellas. Las enfermedades raras.

Tuvieron el sueño de crear una red de escuelas de salud integradas en una asociación y lo hicieron. De eso hace diez años ya. La Escola Rural de Saúde existe y tiene sus brazos en distintos ayuntamientos aún cuando la continuidad se ha hecho a base de esfuerzo y resistencia.

La salud integral (su continuidad)

Esos diez años de vida han construido un concepto de salud integral vivo y se ha irradiado. Tiene su centro en la figura de las mujeres, en su propuesta de igualdad de oportunidades y en el intercambio respetuoso y firme con el varón. No puede haber salud sin el ambiente, sin el entorno y el agua limpia, la vida se transforma y ella requiere de cuidados, de entrega, de limpieza, de ayuda al caminar, de ayuda para curarnos de una enfermedad. Los mayores, los que tanto han dado requieren de atención y surge la importancia de trabajar con las mujeres cuidadoras, muchas de ellas están expuestas a numerosas enfermedades y problemas psicológicos. Estas mujeres requieren de formación, difícil enseñanza que la mayoría aún no reconoce, porque eso de trabajar fuera parece ser siempre más importante que andar en la casa trabajando.

La formación de las cuidadoras

La Escola se puso como meta seguir trabajando con las cuidadoras, seguir en los pueblos llevando profesionales y asistencia, seguir en La Limia. ¿Mediante cuáles medios?, encuentros, conversaciones, talleres… Seguir enseñando las cosas más sencillas que pueden permitir salud y cercana alegría. Lo que la Escola hace por medio de sus integrantes, personas asociadas y colaboradores es un sueño que evidencia la posibilidad de extender y mantener el sistema de salud desde nuestras casas. El uso de las plantas para la curación, la valoración de las personas que llevan salud al rural, el contacto con el médico rural. La visita a los centros cercanos de apoyo como por ej. el Museo del Médico Rural de Maceda para dar autoestima y conocer nuestra historia sanitaria a caballo o en mula, o a pie. La interconexión entre las personas del rural y las instituciones públicas y privadas de salud. Llevando personas al centro de salud o al hospital y llevando profesionales a los pueblos, en especial a Xinzo de Limia. Reconociendo las enfermedades más comunes como por ej. la Diabetes y difundiendo su adherencia al tratamiento. El reconocimiento de enfermedades femineizadas como por ejemplo la fibromialgia. Las enfermedades de la cultura machista, la violencia, la sexualidad forzada. La constatación de los aspectos psicológicos asociados a las enfermedades. Muchos talleres han permitido elevar la información, la autoestima y sentirnos que no estamos solas.

Aparece la pandemia

Antes de la pandemia ya se pudo conocer del COVID 19. La Escola Rural de Saúde con ayuda de distintos profesionales estuvieron llevando la información del COVID y cómo defenderse con el Lavado de manos, la distancia social a las comunidades a inicios de febrero del 2020. Por primera vez se hablaba de Wuhan en China y explotó la pandemia después de los carnavales en 2020 con su consecuente y terrible impacto, muertes inesperadas, abarrotamiento del sistema sanitario, cierre institucional, destrucción paulatina del tejido institucional y por otro lado explosión de la telemática y la necesidad de los cuidados. Se vieron obligados a mencionar la importancia de estar en casa y los cuidados, la protección. Las cuidadoras se volvieron importantes y lavarse las manos es hoy la herramienta más necesaria.

Las píldoras emocionales de la salud

Al igual que lavarse las manos es necesario el contacto, la comunicación, el reconocimiento de las emociones y La Escola Rural de Saúde preparó durante la primera ola de la pandemia las llamadas píldoras emocionales de la salud que se enviaron a las personas, fueron escuchadas en los teléfonos y por la radio y con ello, alguna gente dejó de sentirse tan sola. Se hizo posible la oportunidad que abrieron las universidades para todos, sin excepción, formarse por medio de las plataformas cibernéticas, ya no se exigía un diploma universitario, ya no era necesaria la cita previa demorada. La Escola Rural de Saúde fungió como conectora, estableció la unión con las cuidadoras y personas mayores que estaban solas en sus casas, dió enseñanza sobre cómo usar el teléfono y bajar los programas de internet, hizo la conexión para que las mujeres tuviesen sus diplomas. Siguió liderizando. Estableció el vínculo para que mujeres de cargos públicos pudiesen hablar horizontalmente con mujeres del rural.

La telemática (su presente)

Hoy mantiene un aula telemática abierta con distintos profesionales una vez a la semana, a la cita acuden unas veinticinco personas semanales. Se conectan profesionales de fuera de España, se logran charlas con especialistas sanitarios, una de las últimas ha sido sobre la fibromialgia. Las emociones y la salud se instalan para quedarse y más personas saben que lograr una salud emocional es importante. Se sigue con la atención a las personas en situación de dependencia y se sabe que sin mujeres los derechos no son humanos y por ello, los cursos, talleres, encuentros, la asistencia, la formación, debe tener la perspectiva de las mujeres, la perspectiva de género.

Diez años podrían hacer un relato de días con nombres propios, porque las comunidades, aunque España se haya trasladado a la ciudad, todavía conservan y permanecen entre sus vecinos y vecinas que se niegan a marcharse y otros que quieren regresar.

Y aquí nos encontrarán, en La Limia, el rural donde empezamos nuestra andadura ya en el 2011.

R.M.T.B.