PURA ENERGÍA- Pilar González Rodríguez 8-04-1935-02-04-2020

Pilar Gonzalez
PURA ENERGÍA- Pilar González Rodríguez 8-04-1935-02-04-2020

Rosa Trujillo Bolaño

ESCOLA RURAL DE SAUDE DA LIMIA

“Alecrín, Alecrín dourado que naceu no monte

sin ser semiado.

Alecrín, Alecrín dourado que naceu no monte

sin ser semiado.

¡Ay amor! Amor, quen che dixo a ti

que a flor do toxo era un Alecrín.

¡Ay amor! Amor, quen che dixo a ti

que a flor do toxo chamabase así(…)

Cántiga Popular

El trece de marzo de 2020 el presidente Pedro Sánchez declara estado de alarma y el día catorce comienza el confinamiento por la pandemia del llamado COVID, en el reino de España.

rosa hija de pilarEn la unidad de cuidados intensivos todo se vuelve extraño, el corazón ya no se siente en el pecho, ahora es un sonido intermitente y agudo que se marca en un contador, la nariz está unida a un largo tubo para darle vida a los pulmones, los brazos se hacen extensión en unos cables ajenos a nuestra materia. El alimento es un líquido salobre, transparente y el cuerpo está siempre horizontal, aún estamos vivos, extrañados de nosotros mismos, sin saber muy bien dónde nos encontramos, si es de noche, si es de día, ni en cuál año vivimos, ni quienes son las personas vestidas de blanco que andan apresuradas y temerosas dando vueltas a nuestro alrededor.
¿Acaso serán algunas monjas o familia de Santa Teresa de Jesús o la voz de San Juan de la Cruz en los poemas del alma, escapada de algún resquicio hospitalario entre oraciones, sollozos y lágrimas?

“¿Adónde te escondiste amado, y me dexaste con gemido?

Como el ciervo huiste

Haviendome herido;

Salí tras ti clamando, y eras ydo.

¿Adónde te escondiste amado(…)

¡Ay!, ¿quién podrá sanarme?

Acaba de entregarte ya de vero,

No quieras embiarme

De oy ya mensajero

Que no saben dezirme lo que quiero…”

Y de lejos respondía Rosalía de Castro a Rosa, en su cama del hospital de Ourense, mientras pensaba en la salud de su madre Pilar González Rodríguez sintiéndose responsable:

“Adios ríos, adios fontes, adios regatos pequenos

Adios vista dos meus ollos

Quen sabe cando os veremos(…)”

Su alma está intranquila, y su alma está vagando hacia el hospital de Verin va transitando, y su cuerpo está clamando…

Y respondía sin dudas San Juan de La Cruz en el primer poema de la noche oscura:

“En una noche oscura

Con ansias en amores inflamada

¡oh dichosa ventura!

Salió sin ser notada

Estando ya mi casa sosegada

Y ella salió sin ser notada, estando ya su casa sosegada. Estando ya su casa sosegada.

Muchas personas entraron en cuidados intensivos, otras murieron en sus casas, desarrollaron problemas respiratorios graves y neumonías y en muchos casos murieron a consecuencia de esta enfermedad nueva. El de Pilar es uno de los casos, pero fueron miles y millones sufriendo de lo mismo, de manera colectiva, en todo el planeta.

mujeres de paradelaPilar y Rosa su hija, estuvieron enfermas. Rosa había contraído una aparente gripe, en inicio no se pensó en el COVID, a pesar de haber ido al médico en tres oportunidades, no se tenía la certeza, ni se sabía reconocer, en este caso, se confundió con una gripe.

No somos culpables de las circunstancias frontales y definitivas que nos atañen y no dependen de nosotros.

Hemos estado en varias ocasiones con Rosa en su casa de Paradela de Aveleda, en el hermoso jardín donde recuerda con mucho pesar y tristeza a su madre Pilar, la define con dos palabras: “Pura energía” y esa es la escogencia que hicimos para el título de este escrito.

Fue una mujer del campo, muy trabajadora, de hecho, la crió a ella y a tres sobrinas más. En la casa vivía con su marido, su hija y tres sobrinas, sus padres. Su madre tenía problemas de salud mental.

cementerio paradelaPilar era la mayor de sus hermanos, eran cuatro: José, María, Ricardo y ella. Su infancia fue muy mala…su padre era tratante de vacas. Tuvo que salir a trabajar a las minas de volfranio de Paradela de Aveleda no monte de Merendeira, tamen iban outras mulleres a ese traballo. Trabajaban igual que los hombres que además, dicen ellas, las puteaban…hay que decirlo así con todas las letras porque unas jovencitas tan guapas tenían que aguardar mucho. No podían entrar dónde estaban los hombres dentro de la mina, porque ¿Cómo te defendias? De eso deronlle a paga das minas y a otras non. Dabanlle a paga a quen querían.

Levaban farrapeira pra casa, levaban unhas faldas grandes y querían revisarlas pero ellas eran bien decididas y los retaban a tocarlas…

“ Tócame, tócame y así ellos se quedaban tranquilos. Los capataces a veces les decían a alguna: si te vas conmigo voute deixar na casa…

Pilar fue a trabajar a la mina siendo aún una jovencita de 15 o 16 años.

“A mina e moy dura. Escarbaban y sacaban cestas de tierra y las lavaban en un plato o tanque…inda esta feito, pagabanlle pouquiño. A veces iban de noche para recuperar algo de todo el día trabajado…”

Estamos en el pueblo de Paradela en el concello de Porqueira, ahora as minas están tapiadas…”

Ella crio a sus hermanos y recordaba siempre que en alguna ocasión su hermano menor fue a la mina y le llevaba sopas de farellos, ese salvado que sale del centeno después de limpiar la harina. Sobre los hombros de esa niña de 15 años, descansaba la familia. Ya a esa edad ella tenía que ir a vender. El primer dinero que sacó de la mina lo invirtió en poner luz a la casa dónde vivían y luego recuerdo que cuando había que meter el agua corriente, algunos hombres se negaron, no querían ayudar. Ella cogió el sacho y marchó sin miedo a hacer las zanjas con su sacho para construir los riegos, en esa ocasión hubo más mujeres que hombres.

Rosa se detiene y con su mirada muy triste la recuerda, no ha podido dejar atrás aquellos días del hospital y su regreso. Ella ya no estaba. Nos dice que mientras ella estaba en el hospital ya su madre había muerto.

- ¿Qué le querías decir?

Sentía la necesidad de decirle lo mucho que la quise y la quiero, y no pude decírselo. Ninguno de la familia pudo llegar al entierro. No estaba permitido. Guardamos silencio y seguimos recordando esa energía de Pilar y su historia, y su fuerza.

“…En aquella oportunidad hubo más mujeres que hombres abriendo las zanjas para los riesgos…todavía en nuestra casa de infancia está la tubería por la cual salió el agua corriente por primera vez.

Cuando se tomó la decisión de colocar el agua, ellas ayudaban a abrir las zanjas y a colocar las tuberías. No se hablaba como hoy de igualdad, ellas no tenían miedo.

Cuando llegó el agua lo único que se puso en las casas fue el grifo de la cocina. Pra lavar ibase a lavar a os pozos do pobo. Todo el mundo tenía un tanque pequeño.

Yo supongo, dice su hija, que al principio pensaron que no iba a salir adelante, pero cuando vieron que sí, se animaron y después fueron muchos hombres más.

Ella tenía mucho carácter, a veces chocábamos, en realidad era normal porque tenía muchas responsabilidades. No sabía leer y escribir pero ella estaba preparada para la vida y salía adelante, iba a Ourense, iba a todos sitios. Nunca fue a la escuela. Yo tuve que emigrar a Suiza y también cuidó de mis hijos, cuando los quisimos llevar ella nos pidió que se los dejáramos. Yo volví cuando mi padre enfermó.

A medida que habla su rostro cambia y a veces lo estremece la tristeza de la despedida de su madre. Son muchos los que no han podido elaborar sus duelos y están rotos por la pena y la incomprensión.

Yo nací en la pequeña casa de mis abuelos…allí vivíamos todos juntos y fue en ese mismo lugar donde se colocó la tubería para el agua corriente que iba al grifo de la cocina.

Ahora debo decidir cómo reconstruir esos espacios, en los cuales nuestras diversiones eran disfrazarnos, cantar y bailar.

Miña nai e o meu pai cantaban e nosotros bailábamos…cantaban moi ben.

Eran canciones gallegas, la que más me marcó fue la canción del Alecrín…

Alecrín, Alecrín dourado que naceu no monte sin ser semiado…!Ay Amor, amor quen che dixo a ti que a flor do toxo era un Alecrin (…)

Mi madre además de ser estricta era muy fiestera, le gustaba mucho bailar…en las noches de invierno disfrutábamos mucho bailando…pasamos unha infancia muy bonita y a nosotros nos sigue gustando el canto y el baile a pesar de todo.

Aquí no nos confesábamos, el sacerdote Manuel Crespo, conocido como Don Manolo aboliu a confesión en Paradela. Era y es un cura muy adelantado. Al principio se confesaban, el dijo siempre que a quien había que pedir perdón era a Dios.

Pilar tenía su sitio en la iglesia. El quitó los confesionarios y los reclinatorios, después se metió en política y entonces…

Días después volvemos a encontrarnos y nos trasladamos al cementerio, la acompañamos y llevamos flores para Pilar, nos cuenta que en el pueblo pegó mucho…su espíritu seguro estará esparcido en esos montes extensos y verdes y en esas rosas, junto al de José y Mary los hijos de Maruja

No hay culpa posible porque todos estamos en tránsito hacia otros espacios y vamos desnudos, dejamos los cuerpos y seguimos con nuestras presencias espirituales.

Pilar de la cual hablamos con su hija Rosa y con algunas vecinas del pueblo en días posteriores, está en el agua corriente de este pueblo, en su casa o en los campos, en las minas de volfranio que hoy están tapiadas, en los campos que en verano se vuelven impresiones amarillas por el florecimiento del Alecrín y en el amor que ofreció a sus nietos, sobrinas e hija, a sus padres, al pueblo, a todos para convocar a la alegría de los recuerdos de las canciones y bailes de la esencia lírica que ha permitido a los gallegos más pobres ser poetas y cantantes porque en Galicia cada pastor era un poeta trasmitiendo la esencia del ser gallego y resistiendo al embate de las invasiones.

Vayamos entonces a recordar lo que nos une, lo que nos integra, lo que nos asocia y lo que sensiblemente nos encuentra a los que están y a los que se fueron realizando estos encuentros y reconocimientos a las mujeres símbolo de estas tierras y montañas sembradas de flores que cantan, bailan y permanecen ofreciendo su esencia en los caminos, cementerios y bosques de Paradela de Aveleda y en los montes de Merendeira.

R.M.T.B.

Xinzo de Limia

12 de octubre de 2021