MATILDE GÁNDARA MANDIANES

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MATILDE GÁNDARA MANDIANES

Rosa Trujillo Bolaño

ESCOLA RURAL DE SAUDE DA LIMIA

“Yo creo que lo mejor es ir virgen a los sitios, disfrutar,

ir con deseos de conocer, meterte, investigar.

…Yo estoy atenta a lo que sucede, a ver la vida,

estoy atenta a congelar esos momentos de vida y hablar de la vida…”

Cristina García Rodero-Fotógrafa española

El recuerdo es una fotografía antigua, describe a una mujer muy joven, tímida, y atemorizada. Su marido perdía la paciencia y le decía palabras ofensivas: Tú no sabes. No haces nada bien. Tú no sirves para nada. “Me trataba peor que a la suela de un zapato”.

Matilde Gándara Mandianes cumplirá ochenta años el ocho de julio. Nació en Calvos de Randin. Nos reunimos con ella, en San Pedro de Laroa, en su casa. Es una de las primeras mujeres fotógrafas de Galicia. Anduvo buscando imágenes, por los pueblos de toda la comarca, sus festividades, romerías, bodas, comuniones, generalmente retrataba los momentos más felices de la gente, trasladándose en taxi, en autocar, hasta que logró el carné de conducir. “Solo conocí a otra mujer en Vigo, muy buena, Mary Quinteiro, hacía fotos de estudio”.Casa museo matiSu infancia Transcurrió en Calvos de Randin, es hija de labradores. “Había que trabajar y andar en el campo, llevando las vacas, las cabras, sembrando patatas, lo necesario. Todo menos ir a la escuela. Aún tengo la cartilla de notas, solo tiene un año registrado. Aprendí a leer y escribir y algunas nociones de matemáticas a los seis años. En el pueblo, apenas existían unos cinco o seis libros. Los niños estaban juntitos, los grandes y los pequeños. A los dieciocho años me casé, sucedió después de salir con él unas cuantas veces, me hicieron casar”. Tuvieron un hijo y una hija. Al tiempo, su marido marchó a Suiza, buscando oportunidades. “Después me fui con él. Dejamos a los niños con la abuela y una tía. Fue una experiencia horrible…los momentos más duros de mi vida. Nos marchamos sin trabajo ¡por fin!, conseguimos algo”. Después de unos años retornaron a Xinzo de Limia. “Compramos un solar y construimos una casa. En Suiza el aprendió algo de fotografía. Realizó dos cursos, pensó que con eso era suficiente, le gustaba mucho, pero conocía muy poco. Su carácter no lo acompañaba, aunque era muy trabajador. El marido se marchó a Madrid y compró los mejores equipos de fotografía de la época. No daba pie con bola, se enfadaba, no toleraba a los clientes…

Matilde es una artista multifacética, tiene una inteligencia intuitiva, de la observación acuciosa, una atención participativa y silenciosa; es una escucha atenta en unos ojos pequeños y anegadizos, que la han llevado a conocer: canto, pintura, diseño, carpintería, tejido y otras. Sus manos son diestras, siempre le gustó cantar. Pertenece al Coro “Antioquia” de Xinzo de Limia, es creadora de la coral de San Pedro de Laroa y La Casa Museo Mati, un lugar de la historia de la fotografía y los recuerdos, se valora el rural y la gente sencilla del campo. Allí hay conocimiento y enseñanza para pequeños, jóvenes y adultos, y una colección de objetos y expresiones culturales gallegas, y parte de sus obras. Es interesante conocerlo.

Sigue registrando en sus recuerdos, nosotros anotamos, Lola Rico hace preguntas y toma fotografías. Se activa la memoria y describe sucesos íntimos y personales.

“Mi marido se volvió a marchar a Suiza y yo me quedé sola con mis hijos. ¿Yo, qué hice? ¿Qué iba a hacer? Yo no sabía por dónde salir, con lo poco que le vi hacer a él, fui avanzando, gané mi vida, y crie a mis hijos. Fui la primera en tener carné de fotógrafa, me volví diestra en el oficio. Foto estudio Mati llegó a fotografiar hasta catorce bodas en verano junto a otros fotógrafos.

R.M.T.B: ¿Cómo fueron tus comienzos en la fotografía?

M.G.M.: Todo me daba miedo. Aprendí a llamar a las cosas por su nombre con los viajeros. Lo pase muy mal, me gustaba, pero tenía que aprender día a día. Todo es cuestión de decisiones. El poder de las decisiones es un aprendizaje. Empezamos saliendo a la calle. Era durísimo. Teníamos que hacer todo en casa, muchas pruebas, usar cantidad de materiales, eso implicaba gastos. Me fui arreglando, pero como quise hacerlo salía del apuro, en las iglesias, los curas daban alerta, estaban acostumbrados con aquellos señores que invadían todo. Solo tuve un problema y fue en Laroa, con el cura de aquel momento. Llegué ese día a hacer un registro de primeras comuniones y según me vio entrar dijo: “No quiero que se haga una foto”. No pude hacer nada. Al terminar le dije: ¿Por qué motivo no me permitió hacer la foto y trató de que le diera un porcentaje…Le dije: Yo no tengo porque regalarle a Ud. una foto, porque Ud. tiene más dinero que yo?

Hacía fotos en reuniones, comuniones, bodas y reportajes en toda la comarca. Venían de Verín, Laza, Viana do bolo, llegaban los fotógrafos a realizar las fotos en mi estudio. Trabajé en principio desde el Foto Estudio Brindes ubicado en la calle Madrid número 4, llevaba el nombre de mi marido, cambié a Foto Estudio Mati ubicado en la rúa 2 de mayo número 58. Al autorizarse el divorcio, el mío, fue uno de los primeros. Al principio él se quería divorciar y después no. Lo quería todo para él. Tenía que pasar la pensión y nunca lo hizo. En una ocasión le trajo un acordeón al niño y le gustó, después le consiguió uno profesional, quedó en pagarle un profesor, pero no pagó nada. Yo le pagué a mi hijo un profesor en Madrid, lo iba a buscar a la estación y lo hospedaba en su casa, en las vacaciones.

Visita Escola Rural-Casa Museo Mati

Visita da Escola Rural de Saúde a casa museo de Mati

R.M.T.B.: ¿Cómo era eso para una mujer, dedicarse a la fotografía en un mundo de hombres?

M.G.M.: Una mujer no tenía tanta autoridad para ser fotógrafo. Por ser mujer, algún hombre te decía cualquier cosa para rebajarte. En los banquetes y en las bodas, siempre se dejaba un puesto de importancia para el cura, el maestro y el fotógrafo y en ocasiones empezaban a gritar: ¡que se besen! ¡que se besen! Podía estar al lado del sacristán, tenía que lidiar con las bromas. Me defendía lo mejor que podía. Facianse moitas bodas por a navidad. Viñan os familiares. Viñan os novios. Non e como agora. Daquela había cada nevada, mucho frio. Tiña que andar en taxi o en autocar. Fui una de las primeras mujeres en conducir. Puxeme a sacar o carne de conducir nin tiña coche nin rabo de gaita. Estudie na escola. Estaba pra irme a examinar. Chegou o meu marido e montou un pollo, collin e parei todo. Después retomeilo cando se volveu marchar.

R.M.T.B.: A veces las fotos nos sirven para explorar nuestras vidas…

M.G.M.: Lo más duro de estos recuerdos es haber dejado a mis hijos, era como si me arrancaran el alma. Cuando la abuela enfermó vine a verlos, luego tuve que volver a marchar. Al poco tiempo ella murió.

R.M.T.B: ¿Hay mujeres que viven en pareja aguantando la violencia sexual y doméstica que les dirías a ellas?

M.G.M.: El papel de la mujer puede ser el mismo que el de un hombre. Yo les diría que cuando las cosas van mal que aprovechen y hagan su vida. Si no se deciden, no saben lo que va a pasar. El maltrato a la mujer es cosa del machismo.smart

Nos gustaría seguir conversando, porque Matilde es un personaje para escribir un libro. Seguramente mucha gente de estos lugares observará una foto y recordará a los que ya no están. Nosotros podemos decir, que en esos recuerdos felices estaba Matilde, “mati, detrás de la imagen”

Según Miro Martínez Cerredelo en su crónica Foto Brindes-Foto Mati (…) “Los banquetes de aquellas, se celebraban mayormente en las propias casas… Foto Mati llegó a cubrir siete bodas en el mismo día”.

R.M.T.B.

Todas las fotos pertenecen al archivo de la ESCOLA RURAL DE SAUDE DA LIMIA.