Daniel Blanco Rodríguez, algo más que un compañero

Daniel Blanco
Daniel Blanco Rodríguez, algo más que un compañero

Obituario a Daniel Blanco por Gonzalo Iglesias Sueiro

Te has ido, con la entereza de los que han cumplido con sus responsabilidades con nota de sobresaliente. Has sido un buen padre, un excelente esposo, un excelso profesional, un leal colaborador y sobre todo un amigo del amigo.  Nunca olvidaré el cariño que me profesaste cuando estando yo hospitalizado con fractura de vértebras, lo cual me impedía movimiento alguno, tú te desplazabas cada día a mi lecho para, con la paciencia y habilidad de un buen padre, darme la comida. Siempre recordaré el entusiasmo con que desenvolviste la función de docente, cualquier tarea la hacías con eficacia superando las obligaciones de Jefe de Estudios. ¿Cuántas horas, después de la jornada de trabajo, compartimos sin mirar el reloj? Excursiones de fin de curso, confección de horarios, participación en el deporte escolar los sábados con excelentes resultados, mantener la disciplina sin ejercer ningún tipo de intimidación… Fue un lujo contar con un profesional de tu talla.

Agradezco tu honestidad cuando me comunicaste tu compromiso político con la derecha local, a pesar de la diferencia ideológica, seguimos disfrutando de una fraternal amistad y nunca rompimos los afectos que nos unían. Tu potente energía ya se funde con la de tu amada María José y ambos disfrutáis de la eternidad cósmica. Que la tierra os sea leve   

Gonzalo Iglesias Sueiro