Cuando el dijo que iba a volver a estudiar, se rieron en su cara

José Luis Gabarri Jiménez “Josito” el primer gitano de Xinzo, técnico de farmacia

Josito y Pablo
José Luis Gabarri Jiménez “Josito” el primer gitano de Xinzo, técnico de farmacia

 Comenzó sus prácticas en la farmacia Prieto regentada por Pablo Vivancos.

Hace unos meses que “Josito” me abordaba en la calle para decirme todo orgulloso, no es para menos, que comenzaría sus prácticas de ayudante de farmacia en unos días. Pues ese día llegó y “Josito” como lo conocemos los amigos luce ya su uniforme en una de las míticas farmacias de Xinzo, regentada por el tambien archiconocido Pablo

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Josito nos cuenta que a el le gustaba estudiar, pero a los 16 años tuvo que ayudar a su familia a trabajar en la feria para poder contribuir al mantenimiento familiar.

 Me tuve que hacer mayor, de repente”

Y todo comenzó con 29 años,estaba pasando una gran depresión,o salía de casa o me hundía, una de dos.

Entonces yo le dije a mi madre, yo no quiero estar encerrado aquí en casa, me voy a estudiar y  me presenté un día a las seis de la mañana en la Carballeira, porque sacaban las plazas libres y claro, las plazas libres es según los que vayan llegando.

Yo llegué uno de los últimos y empecé al revés, porque en vez del primer curso quedó el segundo Entonces yo empecé por segundo y luego tuve que hacer primero y superé los dos cursos en dos años.

APOYO TOTAL DEL PROFESORADO Y COMPAÑEROS

Todos sabían de mi situación y como gitano que depende de las ferias me ayudaban todo lo que podían.  Creo que le vendí sábanas a todo el profesorado y una compañera durante los dos años me compró algo así como 300 pares de calcetines. Debe tener para toda su existencia y la de su familia.

No es el primero que acaba la FP. Antes lo hicieron una prima segunda suya y Zaira, tambien prima, que hizo administración, pero ninguno de ellos acabó trabajando en Xinzo, cosa a la que yo aspiro para seguir ayudando a mi madre y a mi tía.

Sus prácticas van a durar mas tiempo porque son solo de media jornada, no olvidemos que sigue dedicandose a la venta ambulante en las ferias.

Ante la pregunta de como respondieron sus compañeros del pueblo gitano se pone un poco triste confesando que cuando el dijo que iba a volver a estudiar, se rieron en su cara. Afortunadamente eso no hizo mella en la voluntad y las fuerzas con las que “Josito” volvió a las aulas.

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Les vendí sábanas a todos, porque ellos entendieron que yo tenía necesidad. Ellos eran perfectos docentes y querían que yo siguiera estudiando y pues me compraban, me compraban. Tenía una compañera de clase que me compró como, yo qué sé, me compraría como 300 pares de calcetines, porque me compró pa' ella, me compró pa' su madre y como ya no tenía excusa pa' decirme, inventaba que eran pa' la vecina y yo creo que eran pa' ella.

Porque ella quería que yo estudiara, la verdad, me ayudaron muchísimo.

Otra anecdota de las muchas que nos contó fue la de que un día hicimos un examen y ellos daban las notas por separado. Nos citaban en el recreo y personalmente.

La profesora estaba detrás del ordenador y me dice, Gabarri, ¿tú qué haces aquí? Y yo le dije, pues, estudiando. Y me dijo, márchate, saca la carrera. Porque tú puedes sacar la carrera.

No te conformes con ser técnico de farmacia. Y esta gente me animó, claro, yo le contesté, ¿a dónde voy? Ella se llamaba Isabel, de ella puedes poner el nombre. Y yo le contesté, pero Isabel, ¿cómo voy a ponerme yo a estudiar si tengo ya 29 años y ella se echó las manos en la cabeza porque, claro, ella ya tenía una edad y muchas carreras.